Una Historia Mal Contada: La No Dualidad y la Responsabilidad

Una Historia Mal Contada: La No Dualidad y la Responsabilidad

En el camino de la mente no dual, es común escuchar frases como: “Nadie puede hacerte daño”. Pero, ¿qué pasa cuando alguien comete una acción dañina? ¿Significa esto que no hay responsabilidad sobre los actos? Aquí es donde muchas veces se distorsiona la enseñanza y se convierte en una excusa para evadir consecuencias.

Si entendemos la realidad desde la perspectiva del ego, podemos ver que cada acción genera una reacción. No vivimos en aislamiento; nuestras decisiones y comportamientos impactan a los demás. Sin embargo, dentro de la no dualidad, se nos invita a observar desde el Yo consciente en lugar de reaccionar automáticamente desde el ego.

Una Excusa para No Asumir Responsabilidades

Muchas veces, cuando alguien actúa de manera dañina, se escuda en frases como:

  • “Eso es solo tu percepción, nada de lo que yo haga puede afectarte”.
  • “El problema es tuyo si te lo tomas así”.
  • “Si estuvieras más avanzado en tu camino espiritual, no te afectaría”.

Estas respuestas pueden parecer iluminadas, pero en realidad son una manera de desresponsabilizarse y justificar comportamientos egoístas. No podemos utilizar la espiritualidad como una vía de escape para evitar las consecuencias de nuestros actos. La no dualidad no significa que todo está permitido sin repercusión; significa que debemos actuar desde un estado de mayor consciencia.

¿Se Puede Vivir en No Dualidad Ignorando Actos de Ataque?

La clave está en la acción consciente. Si bien comprendemos que el ego es quien reacciona, eso no significa que debamos aceptar cualquier comportamiento sin tomar medidas. Vivir desde la no dualidad no implica permitir el abuso o la injusticia, sino aprender a responder desde un lugar de mayor claridad.

Es aquí donde la premisa No hagas lo que no te gustaría que te hicieran cobra verdadero sentido. Al actuar desde el Yo consciente, no solo evitamos reaccionar desde el dolor del ego, sino que también establecemos límites sanos y tomamos decisiones basadas en la verdad y la responsabilidad.

Una Historia Bien Contada

La no dualidad no es una excusa para evadir responsabilidades. No significa que todo vale o que no importa cómo tratemos a los demás. Más bien, es una invitación a actuar desde la conciencia en lugar de reaccionar desde el ego. Antes de justificar una mala acción con frases espirituales, debemos preguntarnos: ¿Estoy actuando desde la verdad y la integridad, o simplemente evitando asumir mi parte?

Porque al final, no se trata de negar que existan conflictos o daño, sino de aprender a gestionarlos desde un nivel más profundo de consciencia.

En esta experiencia, sentimos y, sí, nos dañan a través del ego, pero podemos aprender a usarlo a nuestro favor estableciendo límites y siendo congruentes con lo que sentimos.

Ejemplo: Una Relación con Límites Difusos

Hoy vi un video donde una chica contaba que se sentía fatal con su pareja porque él era una de esas personas «que les gusta gustar», es decir, alguien que busca constantemente la atención y el flirteo con otras personas fuera de la relación. Para algunos, esto podría ser algo sin importancia, pero a ella le removía profundamente y le generaba frustración. Para algo está El Ego ahí en conjunto de nuestras emociones.

Aquí, el ego bien utilizado le permitiría establecer un límite claro y decir: «Esto me incomoda y no lo quiero en mi relación». Sin embargo, la otra persona, sin ser consciente del impacto de sus actos, responde minimizando su sentir y culpabilizándola: «No es para tanto, exageras, es tu imaginación, estás loca, paranoica, eres una insegura…»

Si el ego de la chica se descontrola, podría responder con rabia: «Tienes que cambiar, deja de hacer esto, me daña, me duele, me hace sentir mal». Esto llevaría a un choque de egos, con reacciones destructivas como celos, venganza o manipulación emocional.

Aquí es donde es clave acudir al Yo consciente. Desde una perspectiva más elevada, puede ver que su pareja está ignorando acuerdos y que, en lugar de luchar por cambiar a alguien que no es compatible con su visión de pareja, lo más saludable es soltar, pues la otra persona es inconsciente en este tema y para ella no es factible esta actitud dentro de una relación. El verdadero poder del ego bien usado no es intentar cambiar al otro, sino reconocer cuándo una situación no es negociable y tomar acción en consecuencia.

El Espejo del Ego

Otro punto interesante aquí es el espejo que esta situación le devuelve a él. La aparente inseguridad de ella en realidad le está mostrando que el también es inseguro, ya que necesita constantemente la validación externa para reafirmar su valor personal. Su autoestima no proviene de sí mismo, sino de la atención y reconocimiento de los demás, en este caso de las mujeres que le ríen las gracias y le siguen el juego. ¿Curioso verdad? Ahora por el lado de ella, podemos ver que lo que el otro le muestra cual es su propia capacidad de respetarse a sí misma, establecer límites y decidir qué tipo de relación quiere, pero al intentar quedarse y cambiar a la otra persona, es donde busca esa seguridad en la estabilidad de su relación en vez de priorizarse, lo que en ambos reflejaría la necesidad de reconocimiento externo, pero desde polos opuestos. Si aprendemos a analizar estas cosas, nos puede ayudar en el proceso, lo que no quiere decir que no nos va a doler o que no lo vamos a sentir, pues en este plano es así, pero si decides ser el jugador el proceso será mas llevadero.

Al final, el dolor existe porque es parte de la experiencia humana, pero la clave está en cómo lo gestionamos. No se trata de quedarnos atrapados en el sufrimiento ni de justificar actitudes dañinas en nombre de la no dualidad. Se trata de usar la consciencia para salir de situaciones que no nos corresponden y evolucionar en el proceso.

Así que, cuando alguien te diga que nada puede hacerte daño, recuerda que eso aplica al nivel del Yo consciente, no a la experiencia humana. Aquí, tenemos un ego con el que debemos lidiar y, a través de él, aprender y trascender sus lecciones. No es que la afirmación sea incorrecta, sino que a menudo se omite un detalle fundamental: lo que realmente se ve afectado es el ego, que está ligado al cuerpo y a la experiencia humana.

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